Ignacio Walker ha sido elegido por amplia mayoría como nuevo presidente de la Democracia Cristiana. La elección misma ha representado un cambio sideral con anteriores contiendas en el partido de la flecha. Los Carmengate y los conflictos entre gutistas, colorines etc., han quedado de lado en esta oportunidad. La participación de políticos con agenda real contrasta con los operadores que compitieron en el pasado. El clima electoral, con las legítimas diferencias que implica una elección de este tipo, jamás se planteó en términos de descalificación hacia el contendor. Parece que la amistad cívica vuelve a la DC. Bueno para ella y bueno para el país.
Sin embargo, este cambio de perspectiva interna contrasta con los grandes desafíos que la realidad política le endosa a Walker. El forma parte de una generación de políticos formada en el rigor de la dictadura. Su lucha de aquellos años los aproximo a los partidos de izquierda. Se tejieron fuertes lazos personales al compartir hechos épicos desde las protestas de 1983 en adelante. Estos lazos fueron reforzados en la lucha por los derechos humanos y luego, al llegar al poder, se ataron en el ejercicio de los cargos públicos que los unió en un destino común.
La fuerza de estos lazos permitió que la Democracia Cristiana mantuviera un poder de veto dentro de la Concertación en los temas que le resultaban mas sensibles. Las llamadas "cuestiones valóricas" fueron postergadas en el ideario de la izquierda por respeto a sus socios. La Democracia Cristiana cedió cuotas de poder significativas a cambio, tales como dar su respaldo a dos presidentes socialistas sucesivos.
Estos lazos humanos y políticos contrasta con las visiones que representa la DC en oposición a sus socios de izquierda. En importantes cuestiones, que estarán en el centro de la discusión de políticas públicas en los próximos años, las posiciones típicas de izquierda contrastan con las falangistas. En materia de educación, la recentralización de la educación pública propuesta por la izquierda, en temas valóricos, el proyecto de matrimonios homosexuales del ex-presidente socialista Fulvio Rossi, y el planteamiento de modificar de fondo el sistema económico, enfrentan las visiones predominantes de la DC, con las de la izquierda concertacionista y extraconcertacionista.
Temas sociales y políticos diferenciaban las posiciones DC con la derecha. Sin embargo, las acciones del gobierno de Piñera han diluido esta frontera. Las propuestas de cambios de impuestos, particularmente el impuesto específico a la minería, el fortalecimiento de algunas agencias fiscalizadoras del gobierno, como el Sernac y el SERNAGEOMIN, y las propuestas de cambio en el sistema electoral, son ejemplos de banderas de izquierda que ha tomado como propias el gobierno de Piñera.
En este escenario, el desafío para Walker es enorme. Una oposición frontal al gobierno puede hacer que la DC quede mimetizada dentro del mar de la izquierda que, por su naturaleza, tendrá una confrontación de fondo con muchas de las ideas del gobierno. La DC, en este escenario, puede terminar oponiéndose a políticas y medidas que sean próximas al corazón de sus adherentes, tal como ocurrió en las elecciones de 2009. Puede quedar arrinconada y reducida por un Gobierno que gane en valoración popular, y por una izquierda con posiciones ideológicas antagónicas, que concentre el descontento de parte de la población con el gobierno.
Una aproximación al Gobierno puede ser igual de peligrosa. La desconfianza de las bases de la DC hacia la derecha es endémica. Su rechazo hacia la UDI es visceral e histórica. Mas aun, una mayor cercanía puede diluir las opciones de un perfilamiento propio, con el riesgo de diluir su apoyo ciudadano, tal como ocurrió con el Partido Radical luego del gobierno de Gonzalez Videla.
El desafío de Walker es enorme, quizá mayor de lo que el intuye. Sólo una clara y realista estrategia de futuro podrá sostener a la DC como principal articulador político del país, como lo ha sido en los últimos 50 años. La ambiguedad no es una opción en esta oportunidad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario